Barrueta-Acevedo FM
Definición
La histomoniasis es predominantemente una enfermedad de pavos, pero también puede causar problemas importantes en codornices, gansos, gallina de Guinea y pollos. Es una causa común de hepatitis en Galliformes. Heces sulfatadas en pavos, descarga cecal sanguinolenta en pollos, leucocitosis con heterofilia, una tasa albúmina/globulina disminuida, y enzimas hepáticas elevadas, son sugerentes de esta enfermedad. Es conocida como enfermedad de la cabeza negra. En algunas aves, se considera a Histomona como un patógeno de importancia, mientras que en otras, es considerada un hallazgo incidental.
Etiología
El agente etiológico es un protozoario denominado Histomona meleagridis, asistido en su carácter patógeno por bacterias secundarias. En trabajos experimentales con ausencia de bacterias la histomona aparece como no patógena. La Histomona meleagridis es flagelada en el lumen del ciego, pero adquiere forma ameboidea en los tejidos. Se destruye rápidamente por los desinfectantes y por factores ambientales, a menos que se encuentre protegida dentro de lombrices, en huevo de Heterakis gallinarum, donde puede sobrevivir por más de un año.
Patogenia
La transmisión de Histomona meleagridis en aves susceptibles, se realiza por tres vías:
- Ingestión de heces frescas. Esta ruta probablemente sea la menos importante.
- Ingestión en huevos de Heterakis gallinarum, parásito común de pavos y gallinas. Dentro de los huevos, las histomonas pueden sobrevivir durante meses o años. La histomona es liberada en el intestino cuando se ingiere el huevo. Luego esta invade las paredes del ciego e inicia la enfermedad.
- Ingestión de lombrices de tierra, en cuyos tejidos se pueden encontrar larvas de Heterakis gallinarum. De la ingestión de la lombriz resulta entonces una infección.
Las histomonas son liberadas desde las larvas e invaden la pared cecal, donde pueden causar ulceración o pequeños nódulos. Los parásitos en el hígado, pueden causar necrosis hepatocelular severa.
Signos clínicos
Los signos clínicos se observan entre los 7 a 11 días postinfección. Inicialmente hay indiferencia, anorexia moderada, alas caídas y diarrea amarrillenta. La cabeza puede estar cianótica (cabeza negra) a pesar de que no es muy frecuente. En las gallinas con cabeza negra puede observarse algo de sangre en las heces. Posteriormente aumenta la depresión y permanecen con las alas caídas, los ojos cerrados y la cabeza caída. Es común la emaciación en casos crónicos y aves adultas.
En las aves jóvenes la morbilidad y mortalidad son altas, hasta 100 % (en pavos). Aves adultas tienden a ser más resistentes.
Lesiones macroscópicas
Cuando las lesiones ocurren, generalmente incluyen hepatomegalia (con necrosis) y ascitis. Esta enfermedad se caracteriza por un cuadro de tiflitis y hepatitis. Se observa hipertrofia bilateral del ciego con engrosamiento de las paredes del mismo. La mucosa usualmente está ulcerada. El ciego tiene contenido caseoso o de color amarillento gris o verde y puede estar laminado. En casos crónicos estas masas pueden ser expulsadas.
El hígado contiene depresiones redondas, irregulares que varían en color. Son de color amarillo a gris, pudiendo adquirir una coloración verde o roja. Varían en tamaño, pero generalmente son de 1 a 2 cm de diámetro y pueden unirse para formar lesiones más grandes.
Las lesiones son bien observadas cuando se realiza la necropsia a un número representativo de aves. Pueden no ser enteramente típicas cuando están medicadas.
Lesiones microscópicas
Histológicamente las lesiones macroscópicas corresponden a granulomas coalescentes, multifocales o extendidos localmente. Los trofozoítos son pálidos, redondos y eosinofílicos, variando en tamaño desde 5 hasta 20 micras. Generalmente son abundantes y se tiñen fuertemente con la tinción ácido periódico de Schiff.
Tratamiento
Distintos fármacos, como el metronidazol, ipronidazol, toltrazuril y dimetridazol, han sido utilizados en algunos grupos de aves diagnosticadas con Histomona meleagridis. Las aves afectadas deben moverse inmediatamente a un área con piso de cemento, hasta que el brote se encuentre bajo control.
Diagnóstico diferencial
El diagnóstico diferencial debe realizarse contra tuberculois, leucosis linfoidea, reticuloendoteliosis, tifosis y pullorosis.