julio 31, 2013

Adenocarcinoma hepatico en un coyote

Barrueta-Acevedo, F.M.

Introducción
El adenocarcinoma es un tumor canceroso que aparece en las células glandulares que revisten algunos órganos internos. Constituye el principal tipo de tumor hepáticos maligno primario. Existen numerosas etiologías asociadas a este padecimiento, entre ellas: infecciones virales, bacterianas o parasitarias causantes de cirrosis, así como exposición a diferentes sustancias químicas, hígado graso y enfermedades autoinmunes. El diagnóstico. Anteriormente, se diagnosticaba en su etapa tardía. Sin embargo, gracias al avance de la tecnología y la utilización de la ecografía y otras pruebas diagnósticas, el diagnóstico puede realizarse de manera temprana. El presente artículo, describe la presentación de un caso clínico de adenocarcinoma hepático en un ejemplar de coyote (Canis latrans).

Causas
Las principales causas de adenocarcinoma hepático, son aquellas que pueden producir una cirrosis hepática, tal como infecciones virales, bacterianas o parasitarias, y la exposición a diferentes sustancias químicas. Determinadas hepatopatías, como la hemocromatosis o la porfiria cutánea tardía, incrementan el riesgo de padecer este tipo de tumores. Otros factores de riesgo para el desarrollo de adenocarcinoma hepático, lo constituye el uso prolongado de anticonceptivos orales, hígado graso y enfermedades autoinmunes.

Las aflatoxinas producidas por ciertas especies del hongo Aspergillus son un carcinógeno y favorecen la aparición de hepatocarcinomas si se alojan en el hígado.


Signos
Habitualmente el hepatocarcinoma no presenta signos característicos. Debido a que la mayoría de las veces estos tumores se desarrollan sobre hígados cirróticos, los signos que pueden observarse son aquellos de la cirrosis hepática. Un porcentaje mínimo de pacientes que desarrollan hepatocarcinoma a partir de un hígado sano, puede presentar signos inespecíficos como dolor, pérdida de peso, masa palpable, etc. Los signos descritos con mayor frecuencia incluyen:
  • Hipoglucemia. Producida por el metabolismo energético del tumor y la secreción de sustancias semejantes a la insulina.
  • Eritrocitosis. Por la secreción de eritropoyetina.
  • Hipercalcemia. Por secreción de hormonas relacionadas con la paratohormona.
  • Diarrea acuosa. Por secreción de péptidos intestinales vasoactivos del tipo de las prostaglandinas.
  • Signología cutánea. Dermatomiositis, queratosis seborreica, etc.
  • Sensibillidad o dolor abdominal, particularmente en el cuadrante anterior derecho.
  • Agrandamiento del abdomen. Debido a ascitis.
  • Tendencia al sangrado o a la formación de hematomas.
  • Ictericia.

Patogénesis
El adenocarcinoma hepático, se desarrolla cuando aparece una mutación en el mecanismo de reparación y función celular, que ocasione que la célula se reproduzca a un ritmo más elevado y/o genere una célula incapaz de desarrollar apoptosis. En concreto, las infecciones crónicas por algunos agentes infecciosos pueden favorecer el desarrollo de hepatocarcinomas, al provocar que el sistema inmunológico ataque a las células del hígado. Este constante proceso de daño y reparación puede llevar a errores durante la reparación, produciendo una carcinogénesis.

Diagnóstico
La prueba diagnóstica de elección, debida a su coste-efectividad, son la ecografía. En pacientes con alta sospecha de hepatocarcinoma, debería realizarse una TAC abdominal con medio de contraste intravenoso y un escáner de tres fases (antes de la administración del contraste, inmediatamente después de la administración y un poco más tarde), lo que permite la mejor detección de tumores pequeños. Al realizar la TAC, el hepatocarcinoma puede presentar tres patrones de crecimiento:
  • Un único tumor de gran tamaño.
  • Múltiples tumores.
  • Un tumor poco definido con patrón de infiltración.

Una alternativa a la TAC la constituye la Resonancia Magnética. Sin embargo esta prueba es muy costosa. La biopsia de hígado confirma el diagnóstico. Las pruebas de función hepática pueden estar alteradas. El examen físico es de poca utilidad en fases precoces o intermedias, cuando el tumor es tratable.

Complicaciones
Puede presentarse cualquier complicación asociada a la enfermedad hepática subyacente o a cualquier proceso tumoral, entre estas: hemorragia gastrointestinal, ascitis, insuficiencia hepática, pérdida de peso, astenia, etc. Así mismo, las derivadas de la progresión local, tales como trombosis de la vena porta, infrecuentemente a nódulos linfáticos o metástasis.

Tratamiento
El tratamiento de un hepatocarcinoma es muy difícil debido a su localización. Sin embargo, actualmente se dispone de distintas opciones, como:
  • Para los pacientes con un tumor menor a dos centrímetros, y con una cirrosis con función totalmente normal, lo indicado es la resección quirúrgica, siempre que la localización lo permita.
  • Para pacientes con cirrosis, y hasta tres tumores pequeños, la mejor opción es el transplante de hígado.
  • En pacientes con tumores más grandes, sin diseminación extrahepática, la opción es la quimioembolización. Este tratamiento logra reducir el tumor, luego, dependiendo del caso, el tumor se puede resecar o se puede realizar un transplante al paciente.
  • Cuando el tumor desarrolla metástasis o es muy grande, puede tratarse con sorafenib, único medicamento que se ha demostrado, logra reducir el tumor y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Actúa bloqueando una vía de señales del ciclo celular, impidiendo la proliferación de células cancerosas y la angioneogénesis, con lo que se logra la paralización del crecimiento del tumor, mejorando la calidad de vida del paciente. Existen otros medicamentos que se encuentran actualmente en fase experimental, entre estos: Sunitnib, Bevacizumab, Cediranib, Vatalanib, Britanib, Vandetanib, Erlotinib, Cetuximab, Gefitinib, Lapatanib, Dasatinib y Everolimus.
Pronóstico
Este dependerá de la etapa en que se encuentra el cáncer, considerando el grado de invasión del tejido hepático y extra-hepático, por metástasis; así como del estado de salud en general. Sin embargo, suele ser reservado a grave, y en la mayoría de los casos el tratamiento suele ser una herramienta para mejorar la calidad de vida y no para la cura de la enfermedad.

Presentación de caso
Se describe el caso de un ejemplar de coyote (Canis latrans), macho, de 5 años de edad, que es referido al hospital del zoológico la jungla, por presentar anorexia, apatía y epistaxis leve, con secreción nasal mucopurulenta de una semana de evolución. Al examen físico se aprecia masa cervical de aproximadamente 5x3cm y disnea moderada, se realiza toma de placa radiográfica, para descartar masas en cavidad torácica. Se realiza hempgrama y bioquímica clínica básica, mostrando esta leve incremento de las enzimas hepáticas. Se administran fluidos, hepatoprotectores, y se procede a la remoción quirúrgica de la masa cervical, mejorando con esto la respiración. A pesar de lo anterior, el ejemplar presenta vómito al intentar deglutir. Debido a lo anterior, se brinda al animal alimento suave, enlatado, con alto contenido calórico. Al décimo día, el animal muere.

A la necropsia se observa masa cervical, la cual obstruye parcialmente la luz del esófago y el hígado se observa infiltrado por lesiones nodulares de coloración blanco-amarillenta y consistencia firme, mismas que son enviadas para estudio histopatológico. Dicho estudio revela colestasis importante; el nódulo observado se encuentra infiltrado por tumor epitelial, el cual está compuesto predominantemente por formaciones glandulares, irregulares e incompletas; presenta marcada atipia estructural, distorsión en su arquitectura, los núcleos son pleomórficos, hipercromáticos, con abundante carioplasma, nucleolo prominente, pérdida de relación núcleo-citoplasma, engrosamiento de envoltura nuclear; se observa escasa cantidad de mucina siálica extracelular; presenta necrosis extensa, hemorragia e infiltrado inflamatorio severo, a expensas de neutrófilos. Concluyendo como diagnóstico un adenocarcinoma.