julio 31, 2025
junio 30, 2025
Retención de huevo en águila crestada (Morphnus guianensis) Egg binding in a crested eagle (Morphnus guianensis)
Barrueta-Acevedo, F.M.
Introducción
Uno de los desórdenes reproductivos más comunes vistos en las aves es la retención de huevo, la cual se define clínicamente como la incapacidad del huevo de pasar a través del oviducto a una tasa normal de pasaje. El movimiento del huevo a través del oviducto puede parar a diferentes niveles. Las áreas anatómicas que presentan problemas con mayor frecuencia son el útero caudal, vagina y unión vagino-cloacal.
La patogénesis puede ser multifactorial. Los huesos púbicos no se encuentran fusionados en las aves, por lo que las deformidades en estos, no juegan un papel importante en las distocias. Las causas más comunes de distocia en aves son: disfunción de los músculos del oviducto por deficiencia de calcio, vitamina E y Selenio, huevos mal formados, producción excesiva de huevos, daño previo o infección del oviducto, obesidad, falta de ejercicio, senilidad y estrés concurrente, como cambios en la temperatura del medio ambiente o enfermedad sistémica. Muy raramente puede resultar por la reproducción de aves fuera de temporada, producción de huevo en primerizas y persistencia de un oviducto cístico derecho.
La persistencia prolongada de un huevo en el oviducto puede causar una gran variedad de complicaciones en las aves. La severidad de esta complicación depende de la especie, la salud previa del ave, la causa de la retención, la localización del huevo en el oviducto y el tiempo transcurrido desde el desarrollo del huevo. Un huevo retenido en el canal pélvico puede comprimir los vasos pélvicos y los riñones, ocasionando desórdenes circulatorios y shock. Un huevo impactado puede causar disturbios metabólicos, al intervenir con la defecación y micción normales, induciendo disfunción renal e intestinal. También puede ocurrir necrosis por presión en cualquiera de las capas del oviducto, conduciendo a ruptura del mismo.
Signos clínicos
Los signos clínicos presentados por el ave van a depender de la severidad de la complicación. Generalmente, la hembra luce deprimida, en una posición inusual, se rehúsan a perchar o volar y pueden mostrar levantamiento persistente de la cola y movimientos del abdomen. Puede ocurrir parálisis de los miembros pélvicos. Peritonitis relacionada con la retención del huevo, septicemia, lesiones de patas y neoplasia abdominal, muestran signos clínico similares. Algún grado de depresión puede conducir a anorexia, comprometiendo la condición general del ave.
Las aves con distocia, generalmente presentan depresión y complicaciones secundarias que requieren de terapia de emergencia. Una historia completa, incluyendo información de puestas anteriores y la dieta consumida, suelen sugerir la causa y patogénesis. Un examen físico minucioso puede establecer factores que contribuyan a dicha patología, como obesidad, enfermedad concurrente o malformación de huevos.
Diagnóstico
Se requiere de palpación abdominal cuidadosa y examinación cloacal para determinar la posición del huevo en el tracto reproductivo. Los huevos con cascarón suave, que han perdido parte del cascarón o que están localizados craneal al útero pueden ser difíciles de palpar. Cuando se sospecha de una masa que puede tratarse de un huevo, debe diferenciarse de hernias, lipomas, aspergilomas o ascitis. La radiografía es de gran utilidad para confirmar la presencia de un huevo, pero no puede diferenciar un huevo con cascarón delgado. La identificación radiográfica de más de un huevo en diferentes etapas de desarrollo es común.
Tratamiento
Inicialmente, el plan terapéutico consiste en estabilizar al paciente, con énfasis en la corrección de la causa primaria de la distocia. La severidad de la distocia y la velocidad de corrección requerida puede ser parcialmente estimada por el grado de depresión. Después de estabilizar al ave, puede intentarse la remoción del huevo.
En animales con pocas complicaciones, el huevo puede pasar a través del oviducto si provee al ave con calor adecuado, calcio, selenio, vitamina E, vitamina D3 y fácil acceso a comida y agua. Otros pueden requerir la administración e fluidos subcutáneos o intravenosos, esteroides de rápida acción para combatir el estado de shock, antibióticos para tratar la sepsis o la peritonitis y vitaminas y minerales inyectables para cubrir las deficiencias nutricionales. Lubricar los tejidos que rodean al huevo, la cloaca o vagina, puede ayudar a expulsar el huevo.
En los casos seriamente complicados puede ser necesaria la ovocentesis o la celiotomía para la extracción del huevo. La ovocentesis consiste en la aspiración del contenido del huevo mediante el empleo de una aguja gruesa (18G), preferiblemente mediante el empleo de un espéculo que permita ver la posición del huevo desde la cloaca, o a través de la pared abdominal cuando este se encuentra en el tracto superior del oviducto, teniendo el cuidado debido para no lastimar los órganos de la cavidad celómica. Posterior a esto se ejerce una presión leve sobre el huevo a manera de fragmentarlo y poder exteriorizarlo, se sugiere también el lavado del oviducto con solución salina y un antiséptico como yodo o clorhexidina a bajas concentraciones para evitar dañar la mucosa del mismo. La celiotomía consiste en la apertura quirúrgica de la cavidad celómica y el oviducto para retirar el huevo y suele utilizarse cuando existen adherencias o la posibilidad de un huevo fértil de una especie muy valiosa, por lo que no se realiza la ovocentesis.
Caso clínico
Es referido el caso de un ejemplar de águila crestada (Morphnus guianensis) perteneciente a la colección del IRTRA Agua Caliente, por presentar apatía e hiporexia de dos días de evolución. La historia clínica revela que se trata de una hembra de más de 12 años, única en el recinto ambientado de manera natural, cuya dieta se basa en la carne de caballo como único ingrediente y cuya suplementación vitamínica y mineral se ha omitido por aproximadamente tres meses, según describen los encargados del área.
Al examen físico, el animal se observa obeso, puede palparse una fractura antigua en húmero izquierdo, así como una masa ovoide en cavidad celómica, sospechando de retención de huevo. Se instaura tratamiento antibiótico, se adicionan suplementos nutricionales a la dieta del águila y se sugiere la toma de placa radiográfica.
Apatía, posiblemente debida a dolor o incomodidad
Puede observarse obesidad del águila
La radiografía se realiza a las 24 horas y confirma el diagnóstico presuntivo. En la placa puede observarse un huevo calcificado, bien formado, de 5x3cm, sin adherencia aparente al oviducto o deterioro del huevo.
En la radiografía puede observarse el huevo en la cavidad celómica, así como la fractura antigua en húmero izquierdo.
En vista de lo anterior, se decide instaurar terapia de fluidos intravenosos, administración de oxitocina y lubricación del área de tránsito del huevo con aceite mineral y colocar al animal cerca de una fuente de calor. Después de iniciado el tratamiento, el animal comienza a hacer intentos por expulsar el huevo, lográndolo en un periodo de aproximadamente ocho horas.
Administración de fluidos intravenosos
Colocación de fuente de calor y sustrato
Evolución
Al día siguiente se procede a la revisión del ave, observándose cansada pero en buen estado general y sin mostrar mayores complicaciones; se administra una dosis de antibiótico de larga duración y se deja en su recinto, con su nueva dieta.
A más de dos semanas de la presentación del caso, se observa al ave en perfectas condiciones
mayo 30, 2025
Variabilidad Genética del Complejo Mayor de Histocompatibilidad (MHC) y la Conservación de los Guepardos (Acinonyx jubatus)
Barrueta-Acevedo, F
- Aunque el MHC es uno de los factores más importantes que ayudan a regular la respuesta del sistema inmune a distintos patógenos, la genética de la conservación debería enfocarse también en el resto de los genes, que podrían estar jugando un papel muy importante en la respuesta inmune de los guepardos.
- Una mayor incidencia de enfermedades en cautiverio pueden deberse a un manejo inadecuado más que a una baja variabilidad del MHC, tal como grupos de cría con pocos machos, o una alimentación inadecuada, estrés, entre otros. Por otro lado, la elevada heterocigosidad, podría estar influyendo en la alta tasa de enfermedades desarrolladas en cautiverio, aunque por causa de genes distintos a los del MHC.
- Es importante realizar estudios de variabilidad genética y susceptibilidad a enfermedades en poblaciones silvestres, ya que éstas pueden diferir enormemente de las cautivas, en las que se basan la mayoría de estudios del MHC y de patologías que afectan a los guepardos.
- Los programas actuales de reproducción en cautiverio están implementando nuevas técnicas que podrían beneficiar las tasas de éxito reproductivo y supervivencia a largo plazo, y por lo tanto la conservación de la especie.
- Introducir animales de genética conocida y diversa a los programas de reproducción en cautiverio, sería de gran ayuda para incrementar dentro de lo posible la genética de estas poblaciones, y por consiguiente la de las poblaciones silvestres en donde estos serán reintroducidos.
- Amos, W. and Harwood, J. 1998. Factors affecting levels of genetic diversity in natural populations. Phil. Trans. R. Soc. Lond. B. 353: 177-186.
- Araki, H. et al. 2007. Genetic Effects of Captive Breeding Cause a Rapid, Cumulative Fitness Decline in the Wild. Science. 318: 100-103.
- Bolton, L.A. and Munson, L. 1999. Glomerulosclerosis in Captive Cheetahs (Acinonyx jubatus). Vet Pathol. 36: 14-22.
- Cardy, R.H. and Bostrom, R.E. 1978. Multiple Splenic Myelolipomas in a Cheetah (Acinonyx jubatus). Vet. Pathol.15: 556-558.
- Castro-Prieto et al. 2011. Cheetah Paradigm Revisited: MHC Diversity in the World´s Largest Free-Ranging Population. Mol. Biol. Evol. 28(4):1455–1468.
- Charruau, P. et al. Phylogeography, genetic structure and population divergence time of cheetahs in Africa and Asia: evidence for long-term geographic isolates. Molecular Ecology. 20:706-724.
- Cheryl S. et al. 2011. Mate Choice as a Potential Tool to Increase Population Sustainability. WAZA Magazine, 12: 23-25.
- Christiansen, P. and Mázak, J.H. 2009. A primitive Late Pliocene cheetah, and evolution of the cheetah lineage. PNAS. 106 (2): 512-515.
- Dailidiene, D. et al. 2004. Helicobacter acinonychis: Genetic and Rodent Infection Studies of a Helicobacter pylori-Like Gastric Pathogen of Cheetahs and Others Big Cats. Journal of Bactriology, 186 (2): 356-365.
- Driscoll et al. 2002. Genomic Microsatellites as Evolutionary Chronometers: A Test in Wild Cats. Genome Research. 12:414-423.
- Eaton, K.A. et al. 1993. Helicobacter acinonyx sp. nov., Isolated from Cheetahs with Gastritis. International Journal of Systematic Bacteriology, 43 (1): 99-106.
- Freeman, A.R. et al. 2001. Sequence variation in the mitochondrial DNA control region of wild African cheetahs (Acinonyx jubatus). Heredity. 86:355-362.
- Godoy, J.A. 2009. La genética, los marcadores moleculares y la conservación de especies. Ecosistemas. 18 (1): 23-33.
- Good, K.M. et al. 2008. Naturally Acquired Anthrax Antibodies in a Cheetah (Acinonyx jubatus) in Botswana. Journal of Wildlife Diseases. 44 (3): 721-723.
- Gosselin, S.J. et al. 1988. Veno-occlusive Disease of the Liver in Captive Cheetah. Vet Pathol. 25: 48-57.
- Gottelli, D. et al. 2007. Genetic analysis reveals promiscuity among female cheetahs. Proc. R. Soc. B. 274: 1993-2001.
- Heeney, J.L. et al. 1990. Prevalence and Implications of Feline Coronavirus Infections of Captive and Free-Ranging Cheetahs (Acinonyx jubatus). Journal of Virology. 64 (5): 1964-1972.
- Jäger, H. G. et al. 1990. Anthrax in Cheetahs (Acinonyx jubatus) in Namibia. Journal of Wildlife Diseases, 26 (3): 423-424.
- Kennedy, M. et al. 2003. Detection of Feline Coronavirus Infection in Southern African Nondomestic Felids. Journal of Wildlife Diseases, 39 (3): 529-535.
- Marker, L. and O´Brien, S.J. 1989. Captive breeding of the cheetah (Acinonyx jubatus) in North American zoos (1871-1986). Zoo Biology. 8: 3-16.
- Marker, L. et al., 2003. Multicentric T-cell Lymphoma Associated with Feline Leukemia Virus infection in a Captive Namibian Cheetah (Acinonyx jubatus). Journal of Wildlife Diseases, 39 (3): 690-695.
- Marker, L. et al., 2008. Molecular Genetic Insights on Cheetah (Acinonyx jubatus) Ecology and Conservation in Namibia. Journal of Heredity. 99 (1): 2-13.
- Marker-Kraus, L. and Grisham, J. 1993. Captive breeding of cheetahs in North American zoos: 1987-1991. Zoo Biology. 12 (1): 5-18.
- Menotti-Raymond, M. and O´Brien, S.J. 1993. Dating the genetic bottleneck of the African Cheetah. Proc. Natl. Acad. Sci. 90: 3172-3176.
- Munson, L. et al. 2004. Serosurvey of viral infections in free-ranging Namibian cheetahs (Acinonyx jubatus). Journal of Wildlife Diseases. 40 (1): 23-31.
- Munson, L. et al. 2005. Extrinsic factors significantly affect patterns of disease in free-ranging and captive cheetah (Acinonyx jubatus) populations. Journal of Wildlife Diseases. 41 (3):542-548.
- O´Brien, S.J. 1994. A role for molecular genetics in biological conservation. Proc. Natl. Acad. Sci. 91: 5748-5755.
- O´Brien, S.J. et al. 1987. East African cheetahs: Evidence for two populations bottlenecks?. Proc. Natl. Acad. Sci. 84: 508-511.
- Papendick, R.E. et al. 1997. Systemic AA Amyloidosis in Captive Cheetahs (Acinonyx jubatus). Vet. Pathol. 34: 549-556.
- Sommer, S. 2005. The importance of immune gene variability (MHC) in evolutionary ecology and conservation. Front Zool. 2:16.
- Terio, K.A. et al. 2004. Evidence for chronic stress in captive but not free-ranging cheetahs (Acinonyx jubatus) based on adrenal morphology and function. Journal of Wildlife Diseases. 40 (2): 259-266.
- Terio, K.A. et al. 2005. Comparison of Helicobacter spp. in Cheetahs (Acinonyx jubatus) with and without Gastritis. Journal of Clinical Microbiology, 43 (1): 229-234.
- Thalwitzer, S. et al. 2010. Seroprevalences to Viral Pathogens in Free-Ranging and Captive Cheetahs (Acinonyx jubatus) on Namibian Farmland. Clinical and Vaccine Immunology. 17 (2): 232-238.
- Tizard, Ian. Introducción a la Inmunología Veterinaria. Octava edición. Barcelona, España: Saunders – Elsevier, 2009. p. 101 – 111.
- Wildt, D.E. et al. 1983. Unique Seminal Quality in the South African Cheetah and a Comparative Evaluation in the Domestic Cat. Biology of Reproduction. 29: 1019-1025.
- Yuhki and O´Brien. 1990a. DNA Recombination and Natural Selection Pressure Sustain Genetic Sequence Diversity of the Feline MHC Class I Genes. The Journal of Experimental Medicine. 172: 621-630.
- Yuhki and O´Brien. 1990b. DNA variation of the mammalian major histocompatibility complex reflects genomic diversity and population history. Proc. Natl. Acad. Sci. 87: 836-840.
abril 16, 2025
Megestrol acetate for the treatment of uraemic anorexia-cachexia syndrome in a jaguar (Panthera onca)
Barrueta-Acevedo, F.M.
Introduction
Chronic kidney disease (CKD) is well described in captive big cats. It is often linked to a protein-energy wasting syndrome, called uraemic anorexia-cachexia syndrome, due to a decrease in nutrient intake, catabolic state, systemic inflammation and metabolic changes. Anorexia is one of the factors that contribute to malnutrition among patients undergoing dialysis. Insufficient food intake is the main cause of uraemic malnutrition, which is characterised by weight and muscle mass loss. Apart from its impact on nutrition, anorexia is itself an independent risk factor for morbidity and mortality. Its pathogenesis is unknown. Inflammatory cytokines, deregulation of hormones and neuropeptides that control appetite, retention of medium molecular weight molecules, and alterations in amino acid concentrations seem involved.
Megestrol Acetate
Steroids, progestogens, and serotonin agonists have been used to stimulate appetite in various clinical situations. Of all substances with orexigenic effects, the best known in humans is megestrol acetate. It is a synthetic progestin that has been widely used in humans to improve appetite and to increase weight in cancer, HIV or related conditions patients. However, its use for these purposes has been rarely reported in zoological medicine, where it is usually used as a contraceptive method. There are only a few reports as orexigenic agent in primates and dolphins.
Clinical history
The specimen was a geriatric male jaguar (20 years old), with a history of hyporexia for more than three months, diarrhea of 10 days, and anorexia for at least five days. The keepers in that place refered the diarrhea was treated with enrofloxacin at 300mg once a day during the 10 days that this lasted with no improvement.
Enclosure and facilities
The enclosure and other facilities were dirty, including the freezer. Microbiological samples of meat and kitchen surfaces were taken. The meat was highly contaminated, not suitable for consumption.
Physical examination
The physical exam showed a body condition score of 1.5/5 and a weight of 32.1Kg. There is a popular belief that this degree of thinness is a normal condition in old animals, so the keepers assumed that “the jaguar was skinny because it was old”. The jaguar was transferred to our zoo in order to do more medical studies and provide better care and quality of life.
Medical sampling
In order to make a general evaluation of the patient, blood and urine samples were taken. As it can see in the photograph, the urine sample belonging to the specimen identified as "Kibil" shows important macroscopic abnormalities, being observed diluted despite the dehydration condition that the animal was experiencig.
Laboratory results
Laboratory results showed an increase in blood urea nitrogen (96.7mg/dL) and creatinine (7.4mg/dL), as well as the presence of glucose (1,000mg/dL), protein (1,000mg/dL), ketones (trace) and blood (trace), and a significant reduction in the specific gravity of urine (<1.010). Symmetric dimethylarginine was elevated (20mcg/dL).
Renal echography
A renal echography was performed to search for possible causes of kidney failure, such as stones, cyst, hydronephrosis, or infections. The study showed a decrease in the corticomedullary differentiation of both kidneys, which corroborates a process of glomerulonephritis and significant renal failure.
Treatment
The patient was hydrated alternating Hartman´s solution and 5% dextrose in normal saline. Ciproheptadine was given for two days with no changes at all, then, megestrol acetate was instaured at 40 mg daily in a single dose, subsecuently adjusted to the lowest effective dose, which was 20mg once a day. Dietary protein was reduced by changing the type of meat offered, reducing horse meat and increasing chicken meat. Fatty acids and calcium supplements were administered orally with the diet.
Improvement
On the second day of treatment with Megestrol Acetate, the animal was eating with a better appetite, and eight weeks after starting it, the animal had achieved a body condition score of 3/5 and 57Kg of weight. The creatinine (4.6mg/dL) and blood urea nitrogen (67mg/dL) had slightly decreased.
Conclusions
Megestrol Acetate could improve appetite and weight increase in jaguars whit uraemic anorexia-cachexia syndrome. It could also improve the quality of life of geriatric patients with anorexia of different origins.
Recommendations
-Prevention. Preventive medicine will always be the best option. Less impaired patients will have better chances of recovery.
-Diagnostic. Oportune and concrete diagnosis will allow more specific treatments, with a greater probability of success.
-Treat patients. The patient is not an organ or a system separate from the rest of the body, so it must be treated as a complete living being, with interdependent systems. Treatment must be adapted to each patient, according to available resources, always providing the best possible quality of life.
The treatment does not exist?
The therapeutic opportunities of the patient should not be limited because there are no reports of a specific treatment for this species. This does not mean that we should just venture out, but that we should inform ourselves and prepare as much as possible before trying a new treatment and assess its risks.
The most important thing
Because they are the ones who know the animals and their care best, they are our eyes and ears. There must be good communication at all times. An oportune diagnosis and successful treatment depends largely on good teamwork.