octubre 31, 2013

Requerimientos Básicos del Margay (Leopardus wiedii) en Cautiverio

Barrueta-Acevedo, F.M.

Características biológicas importantes
Forma parte de los pequeños felinos, con un peso que va de los 2.4 a los 4.0Kg. Son carnívoros estrictos, aunque eventualmente llegan a consumir pequeños frutos del bosque, único felino en el que se ha documentado este comportamiento. Poseen hábitos arborícolas, principalmente nocturnos. En vida libre, todas las especies de felinos pequeños son generalmente solitarias, son intolerantes hacia individuos del mismo sexo y exhiben un sistema social disperso espacial y temporalmente, donde los individuos se reúnen solamente para aparearse. La mayoría de las especies predominan en los bosques y las franjas arbóreas, aunque se han documentado avistamientos en distintos tipos de hábitat. Pueden servir de presa para otros carnívoros. Debido a su tamaño, su tasa metabólica es mayor, y a diferencia de los grandes felinos, que pueden comer una vez en varios días, estos felinos cazan pequeñas presas, como roedores, aves o reptiles, varias veces al día.

Características del recinto
Tamaño mínimo. El tamaño mínimo recomendado por cada individuo es de 4m de largo por 2m de ancho por 2.5m de alto. El espacio de suelo debe incrementarse en un 50% por cada individuo adicional (al ser animales solitarios solo se recomienda tenerlos en un mismo recinto con fines reproductivos).

Contenido. Más importante que el tamaño del recinto es su complejidad y utilidad. Se debe prestar cuidado para permitir al felino utilizar el recinto en todas sus dimensiones, mediante la colocación de perchas y vegetación; deben tener acceso por lo menos al 75% del espacio vertical (recordar que es una especie principalmente arbórea). Por otro lado, los pequeños felinos parecen preferir plataformas o áreas de descanso en la parte superior del recinto, desde donde pueden ocultarse y ver hacia afuera, también prefieren zonas calientes (colocación de infrarrojos). Para la elaboración de estas plataformas se recomienda la utilización de madera o plástico resistente, de fácil limpieza y desinfección.


Vincent D'Onofrio. Abundante vegetación ayuda a reducir el estrés y permite una correcta visualización por parte del público.
Keven Law. Los recintos con mica permiten una mejor visualización del ejemplar y reducen los ruidos externos. Sin embargo, suelen tener problemas de ventilación natural, y la artificial puede resultar costosa.

Así mismo, requieren estructuras en las cuales desgastar o afilar sus uñas, tales como troncos cubiertos con corteza o lazo, o con cierto grado de putrefacción a la intemperie (verificar que no sean tóxicos), lo que además los estimula a tener una mayor actividad, reduciendo así el estrés del encierro. Cuando el recinto es compartido por dos o más individuos, estos deben poseer una barrera física por cada individuo, que le permita esconderse completamente del resto de individuos, así como un área que pueda ser defendida como territorio.

Zoo de Ámsterdam. Perchas de tamaño adecuado y sitios para refugiarse.

Rascadero fabricado con un tronco cubierto con lazo.

Zonas secundarias o encierros en la parte posterior del recinto son ampliamente recomendables para facilitar el aislamiento de los animales al momento de la limpieza, alimentación o procedimientos médicos, debiendo existir un encierro posterior para cada individuo. Estas áreas deben medir al menos 70cm de alto, con un mínimo de 0.6m2.

Temperatura. Los extremos de temperatura no deben exceder aquellos del hábitat natural del especimen en cuestión (15 a 35°C). Cada individuo debe tener la posibilidad de moverse a un área que lo proteja del viento, la lluvia y el sol. Las almohadillas térmicas pueden proporcionar una fuente más de calor cuando la época es extremadamente fría y si se colocan en lugares estratégicos pueden atraer al felino a un sitio a la vista del público. En sitios cerrados, con temperaturas mayores a los 29°C, una fuente de ventilación debe ser suministrada.

Luz. Si el recinto es interior debe contar con la cantidad de luz suficiente (aprox. 1075 lux a 3m de altura) para permitir una adecuada limpieza de rutina. Además, debe brindarse iluminación adecuada (radiación UV) si no reciben la luz solar, a manera de evitar problemas de salud. Siempre que las condiciones climáticas sean las adecuadas, se prefieren los encierros exteriores, ya que estos contarán con los ciclos de luz naturales.

Ventilación. Los recintos cerrados deben estar bien ventilados, con la finalidad de minimizar corrientes de aire, olores, polvo y humedad por condensación. Deben hacerse al menos 8 a 10 cambios completos de aire no recirculante por hora, consumiendo un 15 a 40% de aire fresco. Si existe más de un ejemplar, los sistemas de ventilación deberán estar separados para evitar el riesgo de transmisión de enfermedades. Los recintos al aire libre generalmente cuentan con muy buena ventilación, sin embargo deben poseer sitios de resguardo para los animales en caso de corrientes de aire muy fuertes, principalmente en época fría.

Agua. Deben tener acceso a agua fresca y limpia en todo momento. Los bebederos deben ser limpiados y desinfectados diariamente.

Limpieza y desinfección. Las superficies duras, comederos y bebederos deben limpiarse y desinfectarse diariamente. Las perchas y plataformas donde se suben los animales también deben estar libres de heces y orina, aunque puede no ser necesaria su desinfección diaria. Los sustratos de tierra en los exhibidores al aire libre deben limpiarse y rastrillarse diariamente. Deben tener pediluvios para desinfectar el calzado del personal antes de entrar y salir del recinto, a manera de prevenir la diseminación de enfermedades entre los diferentes encierros. Un control de plagas adecuado también reduce el riesgo.

Nutrición. En general, los felinos silvestres comparten los mismos requerimientos nutricionales que el gato doméstico, con algunas pequeñas modificaciones. Las dietas comerciales para gatos han sido utilizadas en algunas especies de felinos pequeños. Sin embargo, estas han mostrado varias desventajas, por ejemplo, la cantidad de vitamina A en las mismas es demasiado elevada y puede ocasionar problemas hepáticos en algunos felinos silvestres. Así mismo, el contenido de grasa de estos productos es sumamente elevado y puede traer problemas de obesidad, lo que a la larga disminuye la longevidad de los ejemplares. Por último, estos alimentos al ser congelados tienen una consistencia demasiado suave, lo cual trae problemas dentales a largo plazo. Existe evidencia que sugiere que el suministrar hueso con un poco de carne 2 veces por semana, puede favorecer la salud de dientes y encías, así como la estimulación física del individuo (en este caso, los huesos deben ser lo suficientemente grandes como para evitar que sean ingeridos por el animal). La provisión de presas enteras pequeñas, como roedores o aves dos veces por semana, puede proveer efectos similares al caso anterior. En Guatemala, la mejor elección en cuanto a alimentación, por su calidad y bajo costo, es la carne de caballo suplementada con minerales, combinada con las dos ténicas anteriores, incrementando también la actividad de los animales y disminuyendo el estrés inherente al cautiverio. La suplementación mineral adecuada evita la presentación de enfermedad ósea metabólica.
Criadouro Bicho do Mato, Brasil. El ofrecimiento de presas vivas favorece la presentación de comportamientos naturales.


Welsh Mountain Zoo. Las dietas a base de carne deben suplementarse siempre con vitaminas y minerales.

Aunque una nutrición inadecuada parezca no afectar las tasas de reproducción y la salud de los animales de manera inmediata, esta reduce su longevidad en el futuro y puede repercutir en la salud de las crías si las madres son mal alimentadas. En base a lo anterior se hacen las siguientes recomendaciones:
  1. Ofrecer suplementos vitamínicos y minerales solamente si la dieta se basa en músculo esquelético (carne cruda sola) u órganos.
  2. Proporcionar instrucciones claras a los cuidadores en cuanto al manejo de los alimentos utilizados para los animales, tales como limpieza de los sitios de congelación y preparación, higiene del manipulador de dichos alimentos, evitar la exposición de la carne al sol o a sitios contaminados, evitar que los insectos lleguen a la carne (principalmente moscas y cucarachas), pues son vectores de muchas enfermedades.
  3. Establecimiento de un sistema que permita el cambio eventual de la dieta que permita mantener registros detallados de la historia dietética, ajustándola a los requerimientos particulares de cada individuo.
  4. Considerar el uso regular de presa viva (previo manejo sanitario de las mismas) o huesos con carne para estimular tanto la salud oral, como la actividad física del animal.
Tradicionalmente, se acostumbra ayunar a los felinos un día a la semana. A pesar de que este método ha sido considerado para los grandes felinos, es inapropiado para los felinos pequeños y NO debe ponerse en práctica para el margay, pues la fisiología de estos animales está diseñada para comer varias veces durante el día.

Cuidados Veterinarios
Cuarentena. Los pequeños felinos son especialmente susceptibles a las enfermedades de los gatos domésticos y todo felino recién llegado debe someterse a una cuarentena con una duración mínima de 30 días, antes de ingresar a la colección. Para el caso de felinos provenientes de la naturaleza (gran parte de los decomisos) el periodo de cuarentena debe extenderse. Más allá de las pruebas básicas (hemograma, perfil bioquímico sérico y examen físico), deben someterse a pruebas serológicas para el Virus de la Inmunodeficiencia Felina (VIF), Peritonitis Infecciosa Felina (PIF), Virus de la Leucemia Felina (ViLeF) y toxoplasmosis, antes de ser introducidos con otros animales. Así mismo, debe pasar por tres exámenes coproparasitológicos negativos y ser tratados contra ectoparásitos (pulgas, garrapatas, ácaros del oído, etc.), si estos están presentes.

Vacunación. Los felinos adultos deben ser vacunados anualmente contra rabia, panleucopenia, rinotraqueítis y calicivirus, con vacunas a base de virus inactivado. En áreas donde el tétanos es endémico, los felinos deben vacunarse anualmente. Las crías deben vacunarse con vacunas a virus inactivado (Fel-O-Vax) a las 6-8 semanas, y recibir una serie de cuatro inmunizaciones cada tres semanas, así como al sexto y duodécimo meses de edad; también deben vacunarse contra rabia al 4-6 mes si el riesgo de exposición está presente.

Exámenes coprológicos. Un mínimo de dos exámenes coprológicos anuales es requerido, así como un tratamiento antiparasitario adecuado, en caso de ser necesario.

Exámenes médicos generales. En conjunto con los exámenes coprológicos, se sugiere al menos una evaluación general anual que contenga: examen físico general, hemograma, bioquímica y serología de riesgo.

Literatura

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