octubre 27, 2022

Dermatitis fúngica en un jaguar (Panthera onca)

Fungal Dermatitis in a Jaguar (Panthera onca)

Barrueta-Acevedo, F.M.


Introducción
Las infecciones fúngicas pueden presentarse como superficiales, subcutáneas y sistémicas y mayoritariamente están causadas por hongos filamentosos, hongos dermatofitos y levaduras pertenecientes entre otros a los géneros Candida, Cryptococcus y Malassezia. Algunos de ellos pertenecen a la flora normal y en condiciones de inmunidad competente del huésped, no producen infección alguna. Este concepto de patógeno oportunista contrasta con el de otros hongos, también patógenos, que requieren de los diversos tipos de queratina presentes en la piel y anexos para su supervivencia, como son los dermatofitos.

Las micosis superficiales, afectan a piel, pelo, uñas y membranas mucosas o en general cualquier superficie sometida a rozamiento y maceración por humedad elevada entre otras condiciones predisponentes, que puedan ser susceptibles de ser infectadas por una amplia variedad de microorganismos. El espectro de agentes etiológicos involucrados en infecciones superficiales es muy variado e incluye a levaduras, hongos dermatofitos, hongos filamentosos o mohos oportunistas. Las micosis producidas por hongos dermatofitos han sido tradicionalmente conocidas como dermatofitosis o tiñas siendo agentes etiológicos los géneros Epidermophyton, Microsporum y Trichophyton.


Etiología
Algunas levaduras forman parte de la flora considerada como normal en la piel, encontrándose diferencias y predominios de sus especies, según la localización anatómica. Puesto que las dermatitis por levaduras son consecuencia de un desequilibrio de la flora normal, no es de extrañar que las lesiones se distribuyan en zonas de predominio de glándulas sebáceas.


Factores favorecedores
Diversos factores, encuadrados en el estado fisiológico (animales muy jóvenes o muy viejos, preñez, etc); mecánicos (humedad y maceración, oclusión, heridas, traumatismos); nutritivos (aporte excesivo de glúcidos, hipovitaminosis); enfermedades metabólicas y endocrinológicas (diabetes, obesidad, déficit de hierro, poliendocrinopatía); enfermedades debilitantes (neoplasias, infecciones microbianas, inanición, quemaduras); factores iatrogénicos (anticonceptivos, antibióticos, corticosteroides, inmunosupresores, agentes citotóxicos, alimentación parenteral, cirugía, infusiones, cateterismo, traqueostomía), pueden provocar un incremento en la presentación de las dermatitis de origen fúngico. En su conjunto o por separado, estos factores predisponentes potencian la colonización de la piel por parte de distintos hongos o levaduras patógenas oportunistas. El factor exógeno más importante relacionado con la aparición de las dermatitis fúngicas es el binomio calor-humedad. 


Signos y lesiones
Se caracteriza por la aparición progresiva de máculas inicialmente lenticulares y perifoliculares que, por extensión y confluencia, adquieren el tamaño de grandes placas, de bordes bien delimitados y de contornos definidos. Son lesiones asintomáticas generalmente, aunque algunos individuos pueden mostrar un ligero picor; sin infiltración y con una descamación muy fina, a veces imperceptible.

El color de estas placas varía desde el rosa claro hasta el marrón, pudiendo adoptar un aspecto blanquecino por despigmentación (ácidos decarboxílicos con efecto citotóxico sobre los melanocitos). Es frecuente que en un mismo paciente aparezcan distintas tonalidades.


Diagnóstico
Nos será de gran utilidad diagnóstica la observación con la lámpara de Wood, revelando las lesiones una fluorescencia dorada o pardusca.

La confirmación micológica se puede realizar mediante el examen directo, a partir de la muestra de escamas obtenidas mediante el raspado directo o mediante la aplicación de un trozo de cinta adhesiva transparente y aplicada sobre un porta, teñidas con azul de metileno, o tratadas con KOH (20%) mezclada con tinta Parker azul permanente o negra.

La aparición de técnicas moleculares de identificación, como la PCR, cariotipado electroforético, análisis de restricción, está permitiendo un cambio epidemiológico, al proceder a una identificación de los agentes etiológicos más precisa.

Tratamiento
El tratamiento puede consistir en la aplicación de productos tópicos o parenterales, o una mezcla de ambos, durante periodos que van desde las 4 hasta las 10 semanas, en promedio.

En ausencia de tratamiento, la infección se cronifica durante años, sobre todo en las zonas cálidas y húmedas.




Caso clínico
Se reporta el caso de un ejemplar de jaguar (Panthera onca) que presenta dermatitis de origen desconocido que se extiende por cuello y cara, con diseminación menor en el resto del cuerpo. Sus cuidadores refieren que el animal se restriega contra la malla del recinto, lo que puede empeorar la lesión. 


Lesión dérmica en región cervical y maxilar


Lesión dérmica. Detalle

Lesión dérmica en cara
Se procede a la contención química del ejemplar y toma de muestras de la lesión y de sangre para descartar origen metabólico. Se administró tratamiento temporal de amplio espectro (crema antimicótica tópica y antibiótico por vía intramuscular).

Debido a que el tratamiento de las lesiones en piel es muy prolongado y puede tardar meses hasta la recuperación total, es necesaria constancia durante el mismo. Los resultados de laboratorio fueron entregados en un periodo entre 24 horas (sangre) y una semana (cultivo de hongos), por lo que se inició con:

→ Terapia nutricional. Administración de Equilibrium AGES. Suplemento vitamínico y mineral, con ácidos grasos esenciales. 


→ Terapia ocupacional. Elaboración de helados de sangre y carne, cambio de los sitios de alimentación, con la finalidad de ofrecer actividades al animal y disminuir el estrés del mismo. También se utilizaron otros materiales para la elaboración de objetos novedosos, como cajas de cartón con carne dentro. Lo anterior con la finalidad de favorecer la presentación de conductas naturales como la exploración o la cacería, y disminuir el tiempo que el animal se restregaba contra la malla. 

Transcurrida una semana, se reciben los resultados del cultivo de hongos, mismos que concluyen que se trata de una levadura. Se instaura tratamiento con clotrimazol tópico al 1%, aplicando el mismo dos veces al día durante un periodo de ocho semanas, se continúa con la suplementación nutricional y el enriquecimiento ambiental, implementando además una rutina de condicionamiento operante, a fin de disminuir el estrés del animal durante la aplicación del tratamiento.

Al cabo de 6 semanas, se observa una gran mejoría del animal y el pelo ha comenzado a crecer en el área afectada.


Vista lateral. Se observa crecimiento de pelo en las áreas anteriormente afectadas

Vista frontal. Se observa crecimiento de pelo en las áreas anteriormente afectadas